La toma

De golpe, de igual manera como se había producido la toma del ala posterior de la casa, la invasión llega al ala delantera; primero es un ruido en la cocina o el baño percibido dese los dormitorios de los hermanos, ruidos ya instalados de este lado de la puerta de roble. A partir de ese momento, sólo es posible la huida precipitada, escapar hasta cruzar la puerta cancel y comprobar que han tomado esta parte.

Los personajes son expulsados de su paraíso y lo hacen conservando su talante burgués, mirando el reloj de pulsera, pensando en el dinero dejado en casa, cerrando bien la puerta y pensando en proteger la propiedad -que ya no es suya- de posibles ladrones.

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